La semana pasada me apunté a la marcha cicloturista "Puertos de la Ribagorza". La prueba, el 31 de mayo. El objetivo, lograr pasar antes de la hora de corte por el cruce de Villacarli y poder enfilar por el recorrido largo. ¿Lo conseguiré? no lo sé. Lo interesante será intentarlo. Para ello deberé coger la bici ya y no soltarla hasta mayo, aunque de momento entre semana lo tengo imposible así es que de momento seguiré yendo a correr y a nadar y cruzaré los dedos para que a partir de marzo no llueva mucho para poder salir a pedalear.
Por otra parte, un aspecto importante a la hora de encarar objetivos deportivos es no descuidar nuestra alimentación así como mantener una correcta hidratación. Por ello este pasado fin de semana decididí alimentarme e hidratarme conveniéntemente.
El viernes por la tarde llevaba idea de hacer unos largos en la piscina cubierta. Sin embargo al llegar allí me di media vuelta debido a que no me apetecía compartir las dos calles que la natación y la sincronizada habían dejado para el resto de usuarios con 6 personas más. Cualquier otro día me hubiese dado lo mismo pero llegar el viernes cansado del trabajo y tener que pegarse codazos nadando no me hacía ilusión. Así es que me fui a hidratar con los amigos.
Campana de la Virgen de los Dolores; al fondo, ENTRE LA NIEBLA, la villa de Naval
Al volver a Naval, preparación de brasa y viandas varias para degustar unos hermosos chuletones de ternera a la brasa, con patatas asadas, alioli y paté. Todo ello regado con un tinto de Viñas del Vero. Una dura prueba para el estómago, ejemplo de titánico esfuerzo y tenacidad para terminar todo.
El Chuletón; el emplatado nos lo tumbarían por feo en Master Chef pero nos da igual
Esta vez he de decir que se me hizo cuesta arriba, a lo mejor el almuerzo tuvo algo de culpa. A mitad de chuletón iba chemecando como si estuviera subiendo una rampa del 10% con la bici, así y todo es necesario sufrir de este modo y tomárselo como un entrenamiento de fondo y no reblar. Tras enchufar el medio kilo de carne al cuerpo y tras diez minutos próximos al colapso en los que el riego sanguíneo no daba abasto, unos chupitos de crema de orujo y un poleo. Después un paseo hasta la antena repetidora de Salinas para ir favoreciendo la digestión, en todoterreno eso sí, que para caminar no estábamos en esos momentos.
Aparte había varios CAB's que corrían en la categoría absoluta y mientras calentaban preguntaron que si yo corría...
Pues hombre, otro día a lo mejor me animo pero cuando no me haya pegado un fin de semana semejante de alimentación e hidratación porque si no... ¡a la primera vuelta me veo echando hasta la primera papilla!
Estos findes sí que son duros... que sepas que la niebla la trajiste tú. Desde esa tarde ya no ha vuelto. Que quede constancia.
ResponderEliminarBueno, pues no sé quien la trajo. Pero niebla había y para eso está el impactante documento gráfico de la boira en el pueblo en el que NUNCA hay, estoy por enviársela a Iker Jiménez.
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