Hay salidas que por sí solas justifican la compra de una bicicleta. Aquellas que discurren por puertos mitificados desde la más tierna infancia donde se han escrito las más bellas páginas del deporte de las dos ruedas. De entre los más grandes cimas se alza majestuoso el Col du Tourmalet, el coloso con mayúsculas, la montaña donde se comenzó a construir la leyenda del Tour de Francia.
El día que lo ascendimos el grupo de Tuercepedales tuvimos la mala suerte de que nos acompañó la niebla pero por contra contamos con el coche de asistencia de la familia de Nacho que nos permitió jugar a ser ciclistas en semejante escenario. Hasta este verano tan sólo adoraba este puerto, ahora lo adoro y lo temo a partes iguales después de unos últimos kilómetros pavorosos en los que el inclemente trazado no da ni un solo descanso. Una auténtica picadora de carne que te deja exhausto cuando se alcanza la cima más allá de los 2000 m de altitud. Un auténtico monumento del Ciclismo.
El Coloso: Col du Tourmalet
Distancia: 23 km (17 km desde Sainte Marie de Campan)
Desnivel +: 1455 m (1250 m desde Sainte Marie de Campan)
Pendiente media: 6%; los 9 últimos e infernales kilómetros nunca bajan del 8,5%
Coeficiente de dificultad: 342
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