jueves, 11 de junio de 2015

Ciclismo ficción

Como ya se ha mencionado en este blog en más de una ocasión, existen ciertas aplicaciones en internet que permiten visualizar rutas por carretera y que al mismo tiempo que contabilizan los kilómetros resultantes obtienen las altimetrías de una manera muy aproximada a la realidad.

La del sitio cronoescalada.com riza el rizo de todo lo visto hasta la fecha ya que además de permitir ver el perfil de la altimetría en tiempo real al mismo tiempo que la ruta avanza -otras aplicaciones sólo sacan el perfil una vez terminada la ruta- también tiene unas opciones bastante vistosas a la hora de crear nuestros perfiles con plantillas de las grandes vueltas, de manera rápida y bastante sencilla.

Estos días de lluvia vespertina he aprovechado ratos para sacar alguna ruta que rondaba por la cabeza. Siempre se ha comentado que la cara sur del macizo pirenaico no da para montar una etapa al estilo Tour de Francia como se puede montar en la cara norte. Y esta cara norte de los Pirineos a su vez no es comparable con las emboscadas que se pueden liar en los Alpes o en los Dolomitas. Echando mano del ciclismo ficción me dispongo a desmentir parte de esas aseveraciones. En nuestra provincia se podría organizar alguna etapa con mucha traca y con desniveles acumulados muy considerables. Y echando a volar la imaginación y con la mediación del MOPU ya hasta se podría desencadenar el mismísimo Infierno. Los desniveles aportados son los resultantes de quitar un 10% a los que salen en cronoescalada.com y que tras hacer algunas pruebas es el error que suele dar la aplicación. Vamos allá.


La posible. Alquézar-Aínsa. 250 km, +4500 m


Esta etapa transcurriría en principio por carreteras transitables hoy por hoy y en estado más o menos decente salvo un pequeño tramo que como veremos sería cuestión de tocar en la puerta adecuada para que lo adecentasen. Partiendo de la plaza de Alquézar, un sitio vistoso y que vende, la carrera se dirigiría hacia Aguas por Morrano. Una vez alcanzadas las faldas del tozal de Guara, vuelta al Somontano por Angüés, Abiego y Adahuesca. Unos kilómetros de sube y baja pero sin grandes cotas para que se formara la escapada del día.

Tras un sprint especial en Barbastro, los ciclistas subirían por la carretera de Hoz hacia Naval. Ascenso al alto del Pino y descenso por Abizanda hacia el El Grado para encarar el alto de Torreciudad. Con la buena publicidad que podrían ofrecer unas buenas tomas de helicóptero de toda esa zona, seguro que los dueños del monasterio allí presente podrían ayudar a adecentar los últimos kilómetros de subida. Y si no pues subida en sterrato (y la bajada a La Puebla también) que en el Giro los pasan por sitios peores, lo visten de épica y todos contentos.

Desde Graus se ascendería el alto de Panillo y por Troncedo la carrera iría a a buscar el cruce de Ligüerre para por Olsón y Las Bellostas llegar a medio puerto del Serrablo. Allí sólo restaría un rápido descenso hacia Aínsa para terminar en la plaza mayor con las últimas rampas para dilucidar al ganador, si es que no se plantaba allí solo después de 250 km de sube baja y muchos metros de desnivel acumulados en las piernas.





La complicada. Barbastro-Tella. 225 km, +5300 m


A la etapa anterior se le quitan los primeros 85 km de vuelta por Guara y comenzando en Barbastro se hacen los restantes 165 km de la misma manera. Una vez llegados a Aínsa es cuando comienza el ciclismo ficción.


El pelotón se dirigiría por Escalona hacia el cañón de Añisclo. Obviando la estrechez de la carretera, su estado, su ubicación en un Parque Nacional... hemos dicho que esto es ciclismo ficción y por otra parte en la Vuelta se han visto cosas peores.


Tras coronar en el cruce de Vío, la carrera bajaría por Buerba otra vez hacia Aínsa para esta vez encaminarse hacia el dolmen de Tella. De nuevo nos encontramos con una carretera que muy dificilmente podría albergar una prueba de este tipo pero por imaginar que no quede. Las pendientes de este puerto son dignas de al menos ser mencionadas y en la Vuelta cosas mucho pero que mucho peores se han hecho.




La muy complicada. Barbastro-Presa de Llauset. 257 km, +5600 m


Comenzaría en Barbastro y a través de Hoz y Coscojuela el pelotón llegaría a la base del alto de Torreciudad por donde cruzaría a Graus. Desde allí ascenso por Panillo, un elemento básico en todas estas etapas, y vuelta por Olsón hacia Las Bellostas. Descenso hacia Aínsa y subida a Campo atravesando el puerto de Foradada en uno de los dos tramos de la etapa en donde un pelotón podría trabajar. El resto transita por carreteras ratoneras. 

Desde Campo, carretera en ligero ascenso hacia Castejón de Sos y desde allí subida al Col de Fadas para cruzar a la nacional que se dirige a Viella. El destino, el cruce al pequeño pueblo de Aneto desde donde parte la carretera a la presa de Llauset y cuyo ascenso, por porcentaje, es un pequeño Tourmalet. Son 17 km al 6,5% y los últimos seis kilómetros no bajan del 7,5% coronando a más de 2000 m de altitud. Es un señor puerto con una serie de particularidades que harían complicada su inclusión en una etapa.

Al parecer, y según explican diversos cicloturistas que lo han ascendido, su carretera está descarnada en muchos tramos siendo los mejores aquellos que se encuentran a cubierto en los túneles, alguno de ellos bastante largo. Y arriba aparte de una pequeña presa para aprovechamiento hidroeléctrico debe haber una pequeña explanada y poca cosa más. En nuestro ciclismo ficción los ciclistas una vez llegados a meta serían trasladados en helicóptero hacia Benasque donde se instalaría el podio y demás historias.



La entelequia (según la 2ª definición del diccionario de la RAE) . Alquézar-Cerler. 258 km, +6200 m


Esta hipótesis también necesita de dosis de imaginación bastante altas. Más o menos hasta la mitad de la etapa discurriría la tónica habitual planteada en las tres anteriores. Otra vez se saldría desde Alquézar aunque esta vez en dirección a Colungo y el San Caprasio para enlazar con Eripol y bajar por Lamata hacia Abizanda. Nuevo ascenso por Abizanda para a través de Naval y El Grado ir a buscar el alto de Torreciudad.

Hasta ahora nada nuevo que no se haya visto antes. Unos parcheados por aquí, un reasfaltado por allá. Una vez llegados a Graus ascenso a Panillo el cual se convierte en eje fundamental de todas estas rutas. Desde allí travesía por La Fueva para llegar a Aínsa esta vez a través de la carretera de San Vitorián y Los Molinos, ratonera como pocas.

De Aínsa hasta Plan tramo en continuo ascenso y una vez llegados al final de la carretera comienza la ficción de verdad. ¿Qué pasaría si el puerto de Chía se asfaltara? Pues que aparte de unir por carretera el valle de Benasque con el de Gistau surgiría un coloso con el que dinamitar cualquier pelotón. Tras descenderlo y pasar por Ramastué la última dificultad llegaría en Cerler. Un puerto no excesivamente duro y con descansillos pero en el que las pasaría canutas el más pintado después de semejante castigo previo en las piernas. 




La etapa homenaje. Sabiñánigo-Cerler. 232 km, +6100 m


Para terminar, la etapa que serviría de homenaje y promoción a las dos grandes marchas cicloturistas de la provincia enlazando parte de ambos recorridos. Como la Quebrantahuesos discurre en gran parte por Francia se ha echado mano de su hermana pequeña y como llegar hasta Graus suponía un gran rodeo se han escogido cuatro de los cinco altos de la Puertos.

Partiendo de Sabiñánigo se harían los 40 primeros kilómetros de la Treparriscos para posteriormente cruzar hasta Aínsa a través de Fanlo y Buerba. Lugares por los que se rumorea que ha de surgir una nueva marcha cicloturista relacionada con la QH. Al tiempo.

Desde Aínsa se cruzaría hasta Campo a través de la carretera de Los Molinos y Foradada. Acto seguido se afrontarían unos 60 km de la marcha cicloturista Puertos de la Ribagorza ascendiendo Serrate, Bonansa, Espina y Fadas para llegar a Castejón de Sos.

Una vez en Castejón rodeo por Ramastué para llegar a Benasque y afrontar la subida hasta el Ampriú y llegar a meta.




Comentar que como se puede observar algunos puertos no coinciden en cuanto a porcentaje de una etapa a otra, depende un poco de donde se coge el principio y el final y como ya se ha comentado la aplicación no es precisa al 100%. Todas estas etapas son conjeturas e ilusiones. Algunas bastante posibles de realizar y en muchos casos, pura fantasía surgida durante una semana repleta de tardes lluviosas. Pero ahí están los recorridos y seguro que hay más, muchos más que merecen ser tenidos en cuenta. 

Se esperan comentarios al respecto de los apreciados lectores a ver si entre todos podemos montar una verdadera Vuelta a Huesca.


3 comentarios:

  1. Me ha encantado lo de ciclismo ficcion y las etapas son fabulosas. Además, la última no me parece tan descabellada. Pensaré en algun puerto más o ruta para sugerirte.

    Alguna vez habría que proponerse hacer alguna de estas etapas, aunque sea por partes.

    Buenísima idea!!!

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    Respuestas
    1. Descabelladas no, pero ahora sólo falta que el Tour de Francia se fije en esas carreteras y ponga la pasta para adecentarlas jejeje. Saludos!

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    2. Señor Lacoma, desconoce usted que puedes encadenar mejor la bajada desde Vio con Bajo Peñas, yendo por Laspuña y Ceresa.

      De todas maneras, a mi me gusta mas una etapa tipo:

      * Puerto a balon parado, para que la fuga sea de calidad.
      * Llano despues para hacer distancias.
      * A partir de alli, diente de sierra. si llega en alto o no, casi da lo mismo.

      http://www.cronoescalada.com/index.php/tracks/viewTour/198405/121039
      Ejemplo

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