martes, 22 de diciembre de 2015

Giro de la Fueva

Hoy, día de la Salud y pistoletazo oficial de las Navidades, este modesto blog comenzará un repaso de las rutas Tuercepedales y caminatas o correrías más destacadas del año 2015 y que se quedaron sin explicar por falta de tiempo, ganas o ambas cosas.

La primera de ellas nos lleva al Valle de la Fueva, en una vuelta para ir chino chano disfrutando del paisaje y sobre todo la tranquilidad de esas carreteras.


Partiendo de Tierrantona en dirección a Palo se coge a los pocos kilómetros el desvío a Troncedo. El puerto que une La Fueva con la Ribagorza alterna tramos suaves con otros más complicados aunque en todo momento resulta bastante agradable su ascenso. Es pasado el pueblo de Formigales que la cosa se pone seria con aproximadamente tres kilómetros al 7%.



Según la señal de la carretera el porcentaje es más elevado pero por el desnivel subido parece más exacta la pendiente del perfil. En todo caso la carretera es estrecha y según se avanza se tienen buenas vistas de la peña Montañesa a la cual dejamos atrás. El día que fui en agosto hacía fresquete y chispeaba y una vez llegado a Troncedo tuve que parar a resguardarme ya que la lluvia empezó a caer fuerte. Aproveché para comer algo y ver la torre del Castillo.

Una vez medio escampó decidí volver sobre mis pedaleadas y tomar el desvío a mano izquierda que conduce a Trillo y Salinas de Trillo. Básicamente son unos 4 km de bajada por donde no pasa casi nadie. Antes del desvío hay pocos coches, después del desvío las curvas de la carretera están llenas de agujas de pino de varios días. Parece menos transitada aún.



Tanto en Salinas como en Trillo hay iglesias románicas. Pequeñas pero chulas. En Trillo se me acabó la carretera (o al menos eso me pareció) así es que otra vez volví a dar media vuelta no sin antes saludar al perro que custodia la entrada de tan tranquilo pueblo tumbado en mitad de la carretera. En Salinas había algo más de movimiento con una familia de turistas viendo a un paisano acicalando a un caballo. Hay que hacer notar que la rampa que une ambos pueblos es terrible pero pedalear por esos lugares merece la pena.

Una vez pasado Salinas de Trillo la subida tiene también dos tramos criminales pero con tiempo y paciencia seguro que cualquier tuercepedal que se precie irá devorando esas curvas distraído con las vistas que se le ofrecen.


De vuelta al puerto que sube a Troncedo toca descender hacia Formigales y retornar a la carretera Palo-Tierrantona esta vez en dirección a la capital fovana. Como aquel día de agosto iba sin rumbo fijo y aún iba bien de tiempo cogí el desvío a mano derecha que hay antes de llegar a Tierrantona.


Carretera en ligero ascenso que conecta con Buetas, Solipueyo y Rañín. En el primer pueblo me encuentro la Peña Montañesa con una boina de nubes bastante importante, en el segundo a un ternero haciendo las funciones del perro de Trillo y en Rañín paro a ver la iglesia. Bastante apañado el pueblo, por cierto. No encontré la carretera a Humo de Rañín así es que di media vuelta hacia Tierrantona dando por finalizado el Giro de la Fueva.

Ideal para desconectar, pedalear chino chano y hacer paradas diversas. Creo que salen unos 45 km pero eso ya es lo de menos.

2 comentarios:

  1. Bieeeeen!. Esta es mi sección favorita. Quiero más rutas!

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    1. Pero este año va a caer de todo, sin filtro. Rutas en bici y a pata!

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