viernes, 17 de febrero de 2017

Trail Báltica: Latvija


Riga Meldonium
Tras abandonar la colina de las Cruces por pistas forestales y a riesgo de terminar enfilando el coche a Kaliningrado, enderazamos el rumbo para terminar llegando a la capital entre otras cosas del meldonium y de Letonia, la muy noble y leal ciudad de Riga. Así como Vilna tenía influencias rusas y polacas la capital letona las tiene alemanas y rusas. Sobre todo rusas. Tras un breve paseo para estirar las piernas en el que se dio una pequeña vuelta por los alrededores de la plaza del ayuntamiento constatando que la ciudad pintaba muy bien la organización estimó oportuno que cenáramos en un restaurante del casco antiguo. El menú consistió en el imprescindible pan frito, salchichas y galones de cerveza Piebalga. Parecía la oktoberfest de no ser porque debíamos de ser las únicas personas del establecimiento (incluyendo camareras, dueño, sus amigotes, su "novia" recauchutada y resto de clientela) cuya nacionalidad no era rusa o rusoletona. Tras el desmantelamiento de la URSS muchos rusos que vivían allí se quedaron para siempre. Algunos se adaptaron y otros no, los que no pues no tienen derecho a nacionalidad letona pero allí siguen.
Sanción de 3 puntos para Héctor Raikonen por tomar un camino no estipulado por la organización y de 2 puntos para Toño por guiarle en la tropelía.


Bien de salchichas

El pan frito. Una cosa sencilla de hacer pero que resulta ser adictiva

Toponimia báltica (I)
En Vilna, Kaunas y Siauliai se avistó agua muy Atlética (Neptunas), establecimientos que cualquiera diría que fueron fundados por gentes del AltoAragón (Kosmetikos Kabinetas, Lietuviskos Trikotazas), otros establecimientos demasiado explícitos respecto a su género (Drogas, Tiras, Telefonas), otros que dan lugar a error o duda (Medicinos Bankas, Lietuvos Pastas, Boulingas Baras). Y en Lituania existen lugares con nombres tan graciosos como Kelme.


Agua Neptunas

¿Tienda de cosméticos regentada por Kabinetas? Pues no, ¡un salón de belleza!

Grandes descuentos, 50%... lo pone muy claro...

¿La variante lituana de Pastas Martínez? Pues no, Correos

¡Que tires!

Supuestamente ahí venden ropa interior. El lituano es maravilloso

Kelme

Boulingas-Biliardas-Baras / Bolera-Billar-Bar

El letón, un idioma sencillo también

Reminiscencias del catalán en el cartel de la autoescuela

Rescue team in Europe

En Letonia la cosa comenzaba a ponerse más graciosa. Gachos vendiendo setas en mitad de la autovía. Marcas comerciales sorprendentes. Que si Mokate por aquí, Tabakas por allá y Tapetes por acullá. Autoescuelas catalanas y algunas corridas. Y por la carretera carteles que te envían a Liepaja.


Barrio Moscú
A la mañana siguiente, visita trailística a la ciudad. En el claustro del Dom, los participantes coinciden con una ludoteca que tiene esparcidos los críos por el lugar cuales cabras montesas. Cogen arena, te la echan encima del pie, y se quedan mirando hacia arriba riendo y hablando en letón. La organización de la trail decidió llevar a los sufridos participantes a uno de los puntos más altos de la capital letona, la torre de la academia de Ciencias, antiguo cuartel general de la KGB. Para ello hubo de cruzarse el barrio Moscú en el que se asienta un mercadillo de comida y productos varios y que supone retroceder veinticinco años en el tiempo con tan sólo cruzar una calle, la que separa la zona letona de la zona rusa. La torre de la Academia es como Trakai pero en estilo de la alta edad soviética con ciertos toques rococós. Seguramente todo lo que sube de alto debe de bajar hacia abajo en forma de sótanos donde hace medio siglo debían de apretar los tornillos a los disidentes. En la recepción del edificio había dos seres con el pelo cardado ella y la calvorota peinada estilo Anasagasti él que posiblemente lleven anclados a ese lugar desde antes de 1991. Un ascensor ayudó a cubrir la primera parte de la subida, no así las dos últimas plantas que debían ser ascendidas por una tétrica escalera cuyas paredes tenían un color tan rancio como el olor que despedían. Arriba las vistas de la señorial ciudad, más allá del barrio Moscú, sobre la que se cernía la tormenta.
Punto para los participantes por ascender a la torre.


Una tienda en mitad del mercado para gente de osamenta ancha
La torre de la Academia
Riga

Café Costa
Para protegerse de la inclemente lluvia la organización de la trail decidió guarecer a los participantes en un centro comercial 100% capitalista enfrente del barrio Moscú. Nota para incautos: cuando se dispongan a pedir un chocolate caliente en la capital del Meldonium sepan que el tamaño pequeño se tiene que solicitar expresamente (de hecho esto ocurre con casi todos los productos y en las tres capitales bálticas) ya que el tamaño por defecto es grande. Si la camarera pregunta qué tamaño de chocolate desea el cliente y se le responde grande téngase en cuenta que grande para esta gente quiere decir descomunal. Si la camarera vuelve a preguntar para cerciorarse de que el cliente está seguro quiere decir que en ese establecimiento (café Costa para más señas) el chocolate grande no es descomunal, sino que sufre elefantiasis. Si el cliente insiste a los diez minutos en su comanda encontrará que el chocolate no se le sirve en taza ni tazón sino en un barreño para bañar críos pequeños. Tras este pequeño incidente intercultural solventado por los participantes con pundonor y gallardía se acudió a un restaurante del centro donde se repusieron fuerzas a base de pan frito, salmón y ensalada. Cuando se hizo el pedido de la ensalada el camarero empezó a reírse diciendo que con una ensalada para el centro no iba a ser suficiente para esos cuatro bastardos somontaneses. Escandalizados por haber entrado en el único establecimiento de Riga en el que las raciones podían ser normales tirando a pequeñas se pidió una ensalada más con gesto torvo y adusto ante el sabihondo del camarero.
5 puntos para Toño y servidor por trasegar un barreño de chocolate. 1 punto para Héctor por el café con leche y punto negativo para Lemus por el dedal de café expreso.


Al fondo a la izquierda el dedal de café (casi ni se ve), a su derecha el café de hombre hecho y derecho. Al frente los dos barreños para bañar críos pequeños llenados con saña letona hasta dejar el chocolate raso con el borde. A su lado Iphoncito, el nene de Lemus

Codillo de cerdo
Lo cierto es que no encontrar un resquicio durante ocho horas en el que no cese de jarrear es frustrante y ese dicho que dice "al mal tiempo buena cara" a mí no me sirve. No poder visitar en condiciones una ciudad que se disfruta paseando y contemplando sus elegantes edificios es una putada. Así es que tras una tarde absolutamente catastrófica regada a base de bien por la torrencial lluvia en la que no salió nada ni a derechas ni a izquierdas, se decidió ahogar las penas en diversos bares antes de terminar la jornada en el mismo restaurante ruso del día anterior. Con un objetivo entre ceja y ceja (salchichas los que no las habían probado el día anterior; codillo de cerdo los que ya habían cruzado el Rubicón salchicheril) se solicitó con rapidez y toda la dignidad de la que se hizo acopio los ricos y abundantes platos de la velada a las simpáticas camareras que eran mucho más amables que el pijauto de por la mañana. Salchichas y el codillo. Las salchichas fueron ajusticiadas mas el codillo no, se convirtió en una montaña imposible de escalar ni por lo civil ni por lo criminal a pesar de los ánimos y apoyo moral de las camareras Claudia, Katarina y Diana. Para llevar a cabo la heroicidad de devorar semejante pedazo de carne hubiera sido menester untar de manera realmente positiva en la salsa elaborada con Black Balsam.
Punto negativo para Héctor por quedarse a echar la siesta y perderse el paseo bajo la lluvia. Dos puntos para el resto por gilipollas. Punto de sanción para Lemus por no cenar. Cinco puntos para servidor por el codillo, tres a los navaleros por las salchichas y los chupitos de Black Balsam.


El leviatán. A su lado un troncho de patata con salsa para aligerar. Al fondo la pozaleta con black balsam. Y más al fondo una jarrota de cerveza esmediada. Nótese el tamaño del bicho. Es ver esta foto y sentir escalofríos

Black Balsam
Esta bebida del infierno se elabora con una veintena larga de hierbas puestas a macerar hasta que el color del licor subsiguiente es negro como el azabache y su sabor oscila entre el jarabe caducado y el Unicum húngaro. De hecho el Unicum y el Black Balsam son muy parecidos, ambos son negros, saben a rayos y hay que tener unas buenas tragaderas para enchufarse un vaso de chupito de trago sin cantearse. La cosa es que cuando uno consigue trasegar esa delicia, al minuto, comienza a sentir una paz interior tremenda. Sea porque sus propiedades son beneficiosas para el organismo o porque el alcohol que lleva limpia la grasa que hay en el estómago así como toda la flora intestinal reduciendo el bolo alimenticio a la nada, el caso es que la pesadez de estómago se reduce considerablemente. Por otra parte, además de para salsear el codillo o para echar chupitos tras comidas o cenas copiosas debe de haber gente que le pega al balsam de buena mañana. Si no cómo explicar el rendimiento francamente sorprendente de este ser que apareció en mitad del recorrido de la trail mañanera llevando dos perros de paseo y un paparazzi a su vera haciendo reportaje fotográfico. Ataviado con albornoz (algunos participantes aseguraron que sólo un albornoz, el que esto escribe no tuvo redaños a intentar vislumbrar lo que escondía la mencionada prenda en su interior), gafas de pasta, gorra de hipster y una moña bastante considerable se dedicaba a pasear por la calle con ritmo festivalero y pupilas dilatadas siempre a tope 5.0 e incluso entraba en iglesias con toda la troupe. Quizás participaba en algún otro evento desconocido por los participante de la trail del pan frito, tipo trail cumbres blancas o speed gymkana. 


La prueba del delito. Porque en esta blog se acostumbra a exagerar pero no se miente. El tío a tope de gama paseando los perretes entrando a la iglesia mientras el otro artista le va haciendo fotos. A C O J O N A N T E

Turaida
Tras una memorable y ardorosa digestión nocturna de codillo que se dilataría durante horas y horas del día entrante la organización de la trail decidió enviar a los participantes a un parque multicultural tipo port Aventura. Puerto Turaida, con castillos al estilo Trakai de estilo tardosoviético y hordas de turistas italianos y rusos que dejaban los baños de las instalaciones con una fortor a orín que tiraba pa atrás. Por si todo esto no fuera suficiente dureza para los participantes de la trail del pan frito, las condiciones climatológicas eran desquiciantes con una humedad elevada mezclada con frío, lluvia y viento. Debido a estas adversas condiciones la organización tuvo a bien suspender una de las pruebas de la trail consistente en descender la pista de bobsleigh anexa al Turaida park. Desde los cuatro jamaicanos que disputaron los JJOO de Calgary no se hubiera visto nada igual. Pena no poder hacer el descenso.
3 puntos para todos excepto servidor que tuvieron el valor de orinar en aquellos pichaderos.


Turaida Aventura

Cesis
Por fin. Por fin un castillo que merezca tal nombre y no sea una atracción de feria (que también) hecha con ladrillos fabricados hace veinte años. En Cesis los participantes de la trail recibieron un farol para subir a lo alto de la torre del homenaje del castillo. Destartalado pero digno, con unos recios muros que rezuman historias de batallas entre cruzados alemanes, rusos y suecos que pugnaban por aquellos territorios desde el siglo XIII hasta el siglo pasado.
3 puntos para Lemus por marcar bien el camino hasta este punto.


Desguazado pero digno


El amo del calabozo

Valka
Héctor lo intentó, de múltiples maneras. Saliendo de Lituania intentó llegar por caminos rurales a Kaliningrado y al salir de Letonia intentó virar a la parte oriental del país para aparecer por la zona de San Petesburgo. La organización del evento, alarmada ante tal circunstancia recondujo la situación para que la cosa no pasara a mayores. Al menos, como hito frikoide, la caravana de la trail cruzó a Estonia por el puesto fronterizo de Valka-Valga. Ciudad partida en dos con parte letona y parte estonia y para la que si se quieren documentar más acerca de esta curiosidad geopolítica pueden hacerlo en blogs mucho mejores que este engendro. Quien esto escribe iba medio adormilado en ese momento, sin embargo sonreía por dentro ante tales circunstancias. Si el coche hubiera amanecido en mitad de Rusia hubiera sido ya el no va más.
Tres puntos para Héctor por intentar la heroicidad.


Detalle de la torre de la iglesia de San Pedro

Claustro del Dom. Petao de críos haciendo el cabra

Los tres hermanos
Los tres hermanos (II). Tres edificios pareados bastante peculiares

Monumento a la Libertad. Tres mardanos posando delante

Uno de los soldados que custodian el monumento a la Libertad. Un crío le mira con curiosidad. Su padre al fondo estropeando la estampa

El padre de la criatura enviado a la fresquera. La escena queda mejor

Plaza del Ayuntamiento

Impresión general de Letonia. Elegante país que debe de ganar mucho sin lluvia. Repasando la guía de viaje nos dejamos muchas cosas por ver en Riga por culpa del agua y la situación la salvó la oferta gastronómica del lugar.Clasificación de la trail al salir de Letonia:
Héctor 33 p,  Toño 32 p, Servidor 31 p, Lemus 26 p

CONTINUARÁ...

1 comentario:

  1. ¡Que majo y bizarro todo! El codillo da hurror, más aún si se amplía la foto.
    ¿El "black balsam" no tiene efectos secundarios? ¿Ni contraindicaciones? ¿Está a la venta en Parzán?

    La clasificación está muy reñida y la competición cobra mas interés si cabe.
    ¡Dinamic multimedia, queremos un juego "PC maciello manager" ya!

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