jueves, 3 de abril de 2014

El cielo se nos cae encima... o a lo mejor no



Desde que un servidor es un humilde tuercepedales ha convertido el hábito de mirar la previsión meteorológica en una especie de obsesión. Esto se debe a que un tuercepedales coincide con los galos de la aldea de Astérix en que su mayor temor es que el cielo caiga sobre su cabeza. 
El frío es un muy mal acompañante cuando se va en bicicleta pero poniéndose capas de ropa como una cebolla se logra mitigar bastante la desagradable sensación de ir perdiendo el calor corporal y no recuperarlo.
El viento es mucho peor que el frío aunque ataviándose con un chaleco cortavientos la cosa también es llevadera. Si además de aire hace frío la situación se controla poniendo capas de ropa cual cebolla bajo el cortavientos y más o menos la cosa es llevadera.
Pero la lluvia... con eso sí que no se puede jugar. Si te pilla en plena ruta y no cae demasiada agua se intenta llegar a casa de la mejor manera posible. Así y todo es una situación muy incómoda rodar por la carretera con esas condiciones de baja visibilidad. Y si se pone a llover antes de comenzar la ruta está claro que esta queda cancelada a no ser que uno sea un inconsciente. Por eso la lluvia es el mayor enemigo de los tuercepedales.


Hoy en el Barranqué el cielo ha caído sobre nuestros cabezas. Un buen motivo para acudir a la piscina cubierta y hacer unos largos, aunque al final esto de nadar tampoco es mala opción. Me está empezando a gustar después de años y años nadando casi por obligación, en fin... A lo que estábamos, hoy se ha pegado lloviendo todo el día, de hecho mientras escribo estas líneas sigue cayendo sin prisa pero sin pausa. Nada nuevo respecto a la fantástica primavera propia de Flandes que padecimos el año pasado.  
O de Northumbria. Atención a la bandera de esta región británica que es como la bandera de Aragón pero con las barras de cruzado. Tal y como parece haber comenzado esta primavera, cruzada. O eso es lo que parecía porque...

Cual es mi sorpresa cuando al efectuar la pertinente visita a la página de Meteoblue me encuentro con una agradable sorpresa. Hoy deja de jarrear y mañana comienza una semana sin lluvia, sin excesivo viento y ¡hasta con calor! Adjunto captura de pantalla para que conste y para que si se tuerce el tiempo sepan ustedes quien ha sido el gafe.


Increíble, no me lo puedo creer. Ayer mismo me dieron la equipación del club y este fin de semana a lo mejor me puedo poner de corto y estrenarla y si no a principios de la semana que viene, seguro.


Pero cuando ya no doy crédito a lo que veo es cuando voy y pincho en la opción de previsión a 14 días. Y aparecen dos semanas sin lluvia y con temperaturas más que aceptables.


¿Aguantará el calor? ¿Este año toca tener primavera? ¿El Barça podrá hacer fichajes en junio? El tiempo lo dirá. La previsión se corta justo al comienzo de la Semana Santa y ya se sabe lo que ocurre ese fin de semana. Cambio de luna, frío y chaparrazos. Eso es una verdad como un templo tan o más cierta que en fiestas de Barbastro llueve al menos un día. 
En cualquier caso parece claro que de momento voy a dejar aparcado el tema de correr hasta el mes de junio. Eso no quita para que algún fin de semana salga con los Famosa para almorzar y puntuar en la liga Mondongo. Pero entre semana van a ser salidas muy esporádicas.

No me vendrá mal porque llevo un par de meses saliendo con bastante desgana, al final se necesita un objetivo o tener marcada una carrereta en el horizonte porque si no... salir por salir y encima muchos días solo y de noche se hace muy cuesta arriba. Total que ahora estoy quemado y necesito hacer un parón, parón por otra parte necesario para coger la bici con mucha más frecuencia. De todas maneras ya estoy apuntado a una carrera para dentro de seis meses, así cuando deje la bici aparcada en verano saldré a correr con ganas. Y para los meses de verano sobrevuela por la mente de varios perturbados entre los que me incluyo la posibilidad de acudir a una media maratón en la que corriendo en dos horas peladas uno puede figurar en mitad de la clasificación. Sí, como lo oyen. La carrera perfecta para un matao como yo. Sólo tiene una pega y es que cae un poco a desmano, pero cosas peores se han hecho en vacaciones otros años. Si un año fuimos una semana entera a Santander a comer y beber con una báscula debajo del brazo para pesarnos cada día para ver quien ganaba más peso, no veo por qué razón no podemos acudir al medio maratón de Reikiavik.

Seguiremos informando. Del tiempo, de los progresos con la bici y de si fructifica la aventura islandesa...



2 comentarios:

  1. Deseo enormemente estas dos cosas: que haga buen tiempo para la primavera y que podamos ir a Reikiavik, sin duda otra locura de viaje en la que puede pasar cualquier cosa.

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    1. Tranquilo, zagal. Si hace mal tiempo dentro de los bares no llueve y si no se puede ir a Reikiavik ya iremos aunque sea a Zirigoza con la báscula debajo del brazo

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