domingo, 11 de septiembre de 2016

Comenzó el largo invierno

Aunque por temperatura no lo parezca lo cierto es que hemos entrado de lleno en la estación invernal. La piscina al aire libre está cerrada, se han terminado las fiestas del Barranqué ergo el invierno ha comenzado. Así es, mediados de septiembre, época de resfriados, catarros, gargantas maltrechas. Comienzo del colegio, vuelta de las vacaciones, regreso a la rutina y fin a ese paréntesis estival por el que soñamos en las fría noches de noviembre. En esta humilde blog la actividad se para durante el periodo veraniego porque sentarse delante de un ordenador ya es bastante suplicio cuando toca hacerlo todos los días para ganarse las judías como para hacerlo por gusto cuando se puede estar con el culo a remojo en alguna piscina. Sin embargo, ahora que ya no se tiene esa posibilidad y ante la eventualidad de esos resfriados traicioneros que afloran en estas épocas tempranas del invierno uno debe retomar alguna de esas actividades ociosas que se desarrollan frente a la pantalla del ordenador.



La blog poco a poco irá cogiendo ritmo. Tengo unas cuantas cosas que contar. Esto no es uno de esos diarios deportivos nacionales que han de publicar todos los días del año haya habido jornada de Liga o haya orinado algún futbolista entre dos coches aparcados. Si hay cosas interesantes que contar se publican y si no pues no. Habrá que explicar las impresiones de la visita al Aubisque, alguna excursión por la montaña abriendo vías ignotas, etapas memorables en tierras francesas, una visita al local hostelero más prominente del valle del Roncal, la vuelta de rigor por carreteras jamás transitadas del Sobrarbe profundo hecha en solitario y que pienso institucionalizar cada verano, y la trail del pan frito celebrada en tierras bálticas patrocinada por cerveza Svyturys. Y el capítulo final de la Buquiporra, así como volver a rememorar aquellos torneos de baloncesto que se hacían para fiestas.


Como empezar por el principio sería un incordio debido a que la faena acumulada entorpecería el ya de por sí lento avance de esta blog, las entradas se irán sucediendo como surja en cada momento. De momento, y a la espera de conocer quién se alzará como vencedor en la porra de la Vuelta a España, les animo a empezar a ver una de estas dos series que he devorado, la primera, y estoy en proceso, la segunda, que les harán mucho más ameno este transitar hasta que comience la primavera dentro de unos cuantos fríos y largos meses.


STRANGER THINGS

Parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para hablar de esta serie que poco a poco está pasando a ser un fenómeno a gran escala. Creo que es más simple que todo eso y no hace falta ser un virtuoso ni un crítico de la leche para darse cuenta de lo que ocurre ahí. Dos tipos bastante listos, los Duffer Brothers, han cogido lo más representativo de las películas de los años ochenta, de aquellas que se hacían para la muchachada y con las que muchos nos hemos criado. Han hecho una remezcla y les ha salido esta serie. Las historias y la música estaban allí y tan sólo había que dar con la tecla correcta lo cual no siempre es sencillo ya que hasta para copiar con gusto hay que tener arte. Algunos les acusan directamente de plagio, otros hablan de simple homenaje. En algún lugar intermedio se han quedado, y ese lugar es perfecto para toda aquella gente que ha visto cincuenta veces ET, Gremlins, Los Goonies y Cuenta conmigo o que le gustan las novelas de Stephen King. Y los críos son la leche igual que lo eran en aquellas películas.

Dustin, un pequeño gran hombre. Con este chaval y Lady Mormont, la niña de GOT, a los mandos del gobierno otro gallo cantaría

THE NIGHT OF

Puede que uno de los mejores episodios piloto que haya visto. No es espectacular. Es elegante ya desde el principio y así hasta el final. La música aparece con cuentagotas pero es memorable. El guión no cuenta nada novedoso y es un tema un tanto manido, el pobre inocente que es acusado de un crimen que dice no haber cometido. Sin embargo las buenas historias se caracterizan no por lo que cuentan sino por cómo se cuentan. Y por la aparición de pintorescos personajes que dotan de gracia a la acción. Turturro, aquel actor que interpretó al inefable Jesús del Gran Lebowski da vida al peculiar abogado encargado de salvar al acusado. Lo del detective encargado de llevar la investigación ya es caso aparte y canela fina. La serie es de la casa HBO y es un remake de una producción de la BBC. Con eso creo que queda dicho todo ya.

Turturro repartiendo perlas de sabiduría a su atribulado cliente

Ambas series han sido/están siendo vistas bajo los efectos del jolgorio festivo, el mal dormir para ir a trabajar y en último término el resfriado mezclado con drogas legales para sobrellevar las expectoraciones y secreciones. Sirva como atenuante si el lector considera infladas las alabanzas a ambas producciones.

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